AMÉRICA LATINA AGOTÓ MARGEN Y DEBERÁ CAPEAR LA RECESIÓN, DICE ECONOMISTA ESPAÑOL

04 septiembre 2015

Fuente: WRadio.com.co, Colombia

Montevideo, 4 de septiembre de 2015 (EFE).- Latinoamérica agotó el margen derivado del alza de los precios de las materias primas en la última década y "el viento sopla en su contra" en un contexto donde se ha reducido el comercio mundial y en el que deberá capear una recesión estacional, valoró a Efe el economista español José Carlos Díez.

En su opinión, la región se enfrenta al problema de que durante 13 años ha estado viviendo de la demanda interna y se ha financiado gracias a que China pagaba unos precios elevados por las materias primas, una situación que ha cambiado debido al freno de la demanda europea, el gran cliente de los productos del gigante asiático.

"Europa ha dejado de consumir desde 2012, los chinos han dejado de fabricar y eso ha bajado los precios de las materias primas. En Latinoamérica se acabó la fiesta", aseveró el experto parafraseando a Enrique Iglesias, extitular de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe y del Banco Interamericano de Desarrollo.

A pesar de ello, el economista cree que la recesión que viven algunos países latinoamericanos, como Brasil, no debe empañar el buen desempeño que ha tenido la región en los últimos 15 años, en los que si bien han tenido el viento a su favor, "han sabido navegar", matizó Díez durante la entrevista con Efe en Montevideo.

José Carlos Díez realiza una gira por la región, en la que ya ha pasado por Argentina y que le llevará a México, Colombia, Chile, Perú y otros países de la zona para presentar su último libro, "La economía no da la felicidad. Pero ayuda a conseguirla", el cual definió como "un manual de economía para no economistas".

Entre los puntos débiles que la región ha sabido subsanar en este periodo, el experto destacó la habilidad de los Estados en esta fase económica expansiva para asentar la democracia en la zona, desligar su deuda del dólar reconvirtiéndola en moneda nacional y dotar de mayor estabilidad a su sistema financiero.

"La democracia en América Latina está consolidada, a pesar de que la crisis lleva un año golpeando fuerte, no hay riesgo de un golpe militar. Eso hace 20 años no pasaba, hay que poner en valor eso. Necesitaba un ciclo de crecimiento largo para consolidar la democracia y se ha producido", apuntó.

Díez observó que "el margen para subir los déficit públicos acabó", que las reservas internacionales en Latinoamérica son reducidas y que existe la amenaza de las calificadoras de riesgo de rebajar el rating de las deudas soberanas hasta perder el grado de inversión.

En este sentido, valoró la necesidad de la aplicación ágil de unas políticas económicas que atenúen lo que considera que va a ser una "recesión dura pero estacional".

"Si no empiezas a gestionar esto bien puedes estar dentro de dos años en situaciones que no son estables y que todo el mundo en Latinoamérica no desea", resaltó.

Sobre ello, avaló la decisión de Uruguay de plantear un presupuesto nacional restrictivo para el periodo 2015-2019, e indicó que esta tendencia es la misma que seguirán países como Argentina, Brasil o México.

"Si no haces eso ahora, que son ajustes pequeños y graduales, en el futuro tendrás que hacer ajustes mucho más intensos", defendió.

En cuanto al proyecto del MERCOSUR, concebido como una forma de estimular el flujo comercial entre sus países miembros (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela), destacó la particularidad de que "es el área aduanera donde menos comercio hay dentro de la misma" y alertó del hecho de que eso es "una señal de que algo no funciona".

Acerca de los tratados de libre comercio que está negociando el bloque suramericano con la Unión Europea, señaló que en las circunstancias actuales, "con tipos de cambio depreciados e infravalorados y un entorno de baja demanda interna", el comercio internacional es "la única salida".

Asimismo, subrayó que, a pesar de considerarse favorable a ellos, no todos los acuerdos de libre comercio son buenos y destacó la importancia de que los países que vayan a participar o vayan a verse afectados por ellos se sienten en las mesas de negociación para defender sus intereses.