DOCE PAÍSES DE AMÉRICA, ASIA Y OCEANÍA CREAN LA MAYOR ZONA DE LIBRE COMERCIO DEL MUNDO
Fuente: ElMundo.es, España
Washington, 6 de octubre de 2015.- Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, EEUU y Vietnam acaban de cerrar un acuerdo para liberalizar el comercio y las inversiones y crear así un área de libre comercio, una idea que se planteó por primera vez hace más de una década y media.
El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, según sus siglas en inglés) abarca a un conjunto de economías que suponen el 40% del PIB mundial, y supone el primer éxito tangible en la estrategia de Barak Obama del giro al Pacífico, que consiste en centrar la política estadounidense en la región en la que se va a decidir el poder en el siglo XXI, en detrimento de Europa y Oriente Medio.
Éste es el mayor acuerdo de libre comercio en el que se ha embarcado Estados Unidos desde que hace 20 años entró en vigor el NAFTA, formado por ese país, Canadá, y México.
Washington, que ha sido el principal impulsor del acuerdo, lo ve como una iniciativa más política que económica que, además, podría servir de modelo, hasta cierto punto, para el TIPP, un acuerdo similar que está siendo negociado entre EEUU y la UE, y en el que el Gobierno de Obama ha mostrado bastante menos interés que en el TTP.
Al fin y al cabo, en torno al 90% de los puestos de trabajo en EEUU no se ven afectados por el comercio internacional, según una estimación de Peter Petri, del think tank Peterson Institute For International Economics. El impacto del TTP en el empleo estadounidense también será inexistente, según Petri.
Unificar las reglas
La clave del acuerdo es que integra a las economías de Estados Unidos y una serie de mercados emergentes de Asia y América latina. Dado que Estados Unidos ya tiene los aranceles bastante bajos, gran parte de la liberalización corresponderá a sus socios.
El acuerdo también supone una importante unificación de las especificaciones técnicas que debe tener un producto o un servicio para entrar para entrar en un país. Ésa es también una ventaja para los países más desarrollados del acuerdo, como Japón, Canadá y Estados Unidos, que son, también, los que tienen un sistema regulatorio más desarrollado.
La firma del TPP cierra cinco años de negociación internacional, pero inicia ahora otro duro proceso para lograr su ratificación por el Congreso de Estados Unidos. Tanto la derecha republicana como la izquierda demócrata se oponen al acuerdo, al que acusan de facilitar la "exportación" de puestos de trabajo estadounidenses a países de salarios bajos y la deslocalización de empresas en jurisdicciones con regulaciones medioambientales laxas.
El candidato republicano a la presidencia Donald Trump ya declarado que, si gana las elecciones del 2016, denunciará el tratado. Para la izquierda demócrata que sigue al candidato Bernie Sanders, el TPP es una de las mayores traiciones de Obama a su electorado.
Para la Casa Blanca y las grandes empresas estadounidenses, sin embargo, es un éxito sin paliativos. Aunque no haya recibido la atención de los medios de otras iniciativas, el TTP es una de las áreas en las que Barack Obama ha invertido más capital político. El acuerdo firmado hoy, además, abre la puerta a la entrada en la organización de tres gigantes que están fuera de ella: China, Corea del Sur, e India.
Como suele ser habitual en estos casos, los principales motivos de controversia han sido las patentes farmacéuticas, la reducción de los aranceles a la importación de productos de alimentación, como azúcar, lácteos y arroz, y las normas de origen en el sector de automoción, es decir, qué porcentaje de un automóvil debe ser fabricado en un determinado país para que el vehículo pueda ser considerado de producción nacional.