MERCOSUR CONMEMORA SUS 25 AÑOS

Créditos: http://www.mre.gov.py

“La voluntad política de los Estados Partes del Mercosur es avanzar hacia una plena integración que nos encamine a un desarrollo económico y social inclusivo en favor de nuestros conciudadanos”, afirmó el Ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Embajador Eladio Loizaga, en la exposición que efectuó  en el Seminario “Reflexiones y Desafíos a 25 años de la firma del Tratado de Asunción”, organizado el Gobierno de la República Oriental del Uruguay, país que ejerce actualmente la Presidencia Pro Témpore del MERCOSUR, al haberse cumplido 25 años de la creación del bloque regional.

 

En este evento realizado en el Edificio MERCOSUR en la ciudad de Montevideo, entregaron sus respectivos mensajes alusivos al aniversario del bloque, el Presidente del Uruguay, Don Tavaré Vázquez;  los Ministros y Viceministros de Relaciones Exteriores de los Estados Parte del MERCOSUR y el Contador Enrique Iglesias.

 

Asimismo, se procedió al descubrimiento de una plaqueta recordatoria del aniversario en el Hall Principal del Edificio MERCOSUR también la reedición de los Textos Fundacionales del

 

 

En su intervención en el Seminario, el Canciller Nacional, Embajador Eladio Loizaga expresó lo siguiente:

 

 

“En nombre del Gobierno de la República del Paraguay, que me honro en representar en este acto, en la que nos reunimos para conmemorar  los 25 años del Tratado de Asunción, deseo renovar la convicción de la validez de este proceso integrador y la ratificación del principio que dio origen al Mercosur consagrado en el Art.1 del Tratado de Asunción.

 

El MERCOSUR  vio su nacimiento en un momento político histórico, en que las democracias volvían a florecer en nuestras naciones y el respeto a la dignidad humana alcanzaba una prioridad nunca vista antes.

 

Permítanme recordar  el Comunicado de los cuatro Presidentes en ocasión de la firma del Tratado de Asunción en aquel histórico 26 de marzo de l991, cuando señalaban entre otros, “su convencimiento de que, para mejorar el nivel de vida de sus pueblos, es necesario implementar una política que lleve en cuenta en especial las siguientes prioridades: estabilidad económica, mayor apertura de la economía para una inserción más competitiva en la economía global y mayor modernización de las economías”, fin de la cita.

 

Nos corresponde a nosotros preguntarnos ahora con toda sinceridad, hasta donde hemos llegado a responder a esos ideales fundacionales del Mercosur? Sin duda hemos recorrido un largo camino con adversidades y adelantos, pero no nos debe quedar la duda de que la voluntad política de los Estados Partes del Mercosur es avanzar hacia una plena integración que nos encamine a un desarrollo económico y social inclusivo en favor de nuestros conciudadanos.

 

 

Para el Paraguay siempre ha sido motivo de orgullo que la firma del Tratado del Mercosur se realizara en Asunción, pues coincide con el carácter de nuestra capital como “Madre de Ciudades”. Por eso, cuando se habla del Mercosur resuena gratamente el título de Tratado de Asunción.

 

Es oportuno señalar que apenas iniciada la implementación del Tratado de Asunción, los miembros del Mercosur vieron su comercio incrementarse exponencialmente. En efecto, entre 1992 y 1998, el intercambio intra-regional se triplicó. En el caso del Paraguay, las exportaciones hacia los socios tuvieron un crecimiento aún más significativo, pues se pasó de un comercio incipiente a prácticamente 1,8 mil millones de dólares.

 

Este crecimiento no pasó desapercibido a la comunidad internacional, que comenzó a ver en el Mercosur el nacimiento de una potencia económica y comercial, por lo que se constituyó en un importante referente económico y comercial.

 

Creemos oportuno seguir promoviendo este enfoque, ampliar y consolidar los campos de la integración, abrirnos cada vez más al mundo y dar un nuevo impulso a las negociaciones con terceros países y grupos de países, tal como lo dejamos expresado en la Declaración sobre Relacionamiento Externo del Mercosur, que adoptamos en la última Cumbre de Jefes de Estado, en Asunción.

 

En ese sentido, ya en el comunicado de los Presidentes que mencioné al inicio de mi intervención, se encargaba al Grupo Mercado Común el estudio del Proyecto de Acuerdo entre el Mercosur y la entonces Comunidad Económica Europea. Hoy, después de un largo recorrido, estamos en vísperas de cumplir ese mandato, teniendo presente que en la primera quincena de mayo se estará concretando el intercambio de ofertas entre el Mercosur y la Unión Europea. Durante la Presidencia Pro Témpore del Paraguay y con la colaboración estrecha de los demás Estados Partes, maduraron los elementos que harán posible este objetivo que debe ser una Política de Estado del Mercosur.

 

 

El Mercosur ha permitido, no sólo al Paraguay, sino también a los demás países que forman parte de este proceso de integración, mejorar su economía y contar con apoyo en el período de recesión y de severa crisis económica, que llegó con el advenimiento de un nuevo siglo. Estamos hablando de los primeros años del 2000.

 

Para el Paraguay, el reconocimiento de las asimetrías de la región permitió medidas de trato especial y diferenciado, como el Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (FOCEM) y otros beneficios como normas de origen más favorables.

 

Pero el Mercosur, no solo ha sido eso. Hoy es mucho más que un proyecto económico consolidado. Hemos logrado avanzar en importantes temas como las cuestiones sociales y políticas, en una colaboración estrecha en campos tales como la salud, la educación, la cultura, las migraciones, entre otros. Asimismo, es innegable el aporte del Mercosur para la consolidación democrática, los derechos humanos  y la preservación del orden constitucional de nuestras naciones, respetando el principio universal de no injerencia en los asuntos internos de otros estados, principio históricamente sensible para la República del Paraguay.

 

 

El Paraguay recordando el  25° aniversario de la firma del Tratado de Asunción,  organizó un Simposio que denominó ex profeso “El futuro del Mercosur”, en el entendido de que además de efectuar una mirada retrospectiva era conveniente otear el horizonte para dirigir adecuadamente el Mercosur hacia los objetivos para los cuales ha sido creado.

 

La jornada de reflexión reveló claramente lo valioso que es el Mercosur para el desarrollo económico y social de nuestros países y, al mismo tiempo, cuántos obstáculos aún nos quedan por vencer para situarnos en el camino correcto de la integración de nuestras economías y de nuestras políticas comerciales.

 

Quizás sea oportuno recordar algunas conclusiones extraídas de las presentaciones de los especialistas. Por ejemplo, lo impostergable de limpiar el Mercosur de las restricciones no arancelarias que aún quedan, única vía para lograr una adecuada circulación de mercancías y de recuperar la confianza de la comunidad internacional,  así como el libre tránsito que facilite el comercio. Así también, la importancia de impulsar el establecimiento de las cadenas de valor entre sus miembros, como forma de alcanzar niveles razonables de competitividad en el mercado internacional.

 

El Mercosur debe ganar la percepción favorable de la opinión pública, de atraer e involucrar a los particulares de manera que el Mercosur tenga un impacto  positivo en el ciudadano común y en el empresariado. El Mercosur no puede ser meramente un proyecto gubernamental, debe constituir también un proyecto económico empresarial,  con un importante contenido social y humanitario.        

 

Para concluir Señor Presidente, Señores Ministros, permítanme referir lo que expresara el Presidente Horacio Cartes en  la pasada cumbre de Asunción:

 

“La marcha de nuestro proceso, tiene por delante aún muchos desafíos y acuerdos, a los  que debemos llegar para alcanzar el Mercosur que anhelamos. Nuestra gente, nuestro pueblo, espera de nosotros, hechos y realidades concretas, que mejoren su calidad de vida.

 

La efectiva consolidación de nuestra democracia, pasa por responder a las expectativas de la ciudadanía. Hay aspiraciones de progreso, y con unas dimensiones históricas más horizontales. Es nuestro deber escuchar y responder a esas legítimas demandas de nuestros pueblos.

 

Seamos optimistas. Somos la región del futuro. Con los esfuerzos compartidos, pronto seremos protagonistas entre los países que en la Globalización, se distinguirán por su rostro genuinamente humano. Eso es posible.

 

Y  terminó diciendo el Presidente Cartes:

 

Pasemos del discurso a la acción, y retornemos al sueño de una justa y sólida integración económica y comercial, que inspiró la creación del MERCOSUR, hace ya 25 años, y que sigue esperando su definitiva consagración”.

 

Muchas gracias.

 

Montevideo, 25 de abril de 2016