BID: 4 DE CADA 10 ADULTOS MAYORES RECIBE UNA PENSIÓN CONTRIBUTIVA EN LA REGIÓN
Fuente: http://blogs.iadb.org
A pesar de que hoy América Latina y el Caribe disfruta de una población relativamente joven, la región enfrenta un rápido envejecimiento. Los aproximadamente 40 millones de adultos mayores que había en la región en 2010 se van a convertir en 140 millones en el año 2050.
Ante este escenario, en América Latina casi 40 de cada 100 adultos mayores (de 65 años y más) tienen una pensión contributiva (es decir, adquirida mediante las contribuciones aportadas a la seguridad social durante su vida laboral), y el 20% disfruta de una pensión no contributiva (una pensión financiada por todos a través de impuestos generales).
A continuación, te mostramos qué datos abiertos puedes utilizar para analizar este escenario a través del portal de datos abiertos del BID, Números para el Desarrollo.
El porcentaje de personas de 65 o más años que declara un monto recibido por pensión contributiva es cercano al 40%. Así, casi un siglo después de haberse implantado las primeras leyes de seguridad social, y pese a las grandes reformas de los años noventa, el acceso a una pensión contributiva es relativamente limitado. En Números para el Desarrollo, puedes comparar y visualizar aquí el acceso por país tal como se muestra en la gráfica a continuación y a la vez descargar o reutilizar los datos.
Muchos países están adoptando modelos no contributivos para garantizar seguridad económica a los adultos mayores, siendo el caso más extremo el de Bolivia quien cubre a sus adultos con una pensión universal y presenta una muy baja cobertura por pensión contributiva en la gráfica.
Según cálculos del BID en “Mejores Pensiones, Mejores Trabajos”, invirtiendo menos del 1.5% del PIB de los países de América Latina y el Caribe y con una estrategia que impulse el empleo formal sería posible garantizar una pensión anti-pobreza para la población de la región.
La baja cobertura de pensiones se explica, en buena parte, por uno de los problemas más graves del mercado laboral en la región: la informalidad. El indicador vinculado a la formalidad entre adultos es el porcentaje de personas entre 15 y 64 años ocupadas y que cotizan a la seguridad social por su trabajo y puedes compararlo por país aquí como se muestra a continuación.
En América Latina y el Caribe 130 millones de trabajadores son informales (no aportan a la seguridad social) y, por tanto, carecen de varios aspectos de la protección social ni ahorran para su pensión. Tal como ha revelado recientemente el libro del BID, Empleos para crecer, la informalidad laboral de la región tiene efectos más graves de lo que parece a primera vista. Los trabajadores informales tienen de 2 a 6 veces más probabilidades de perder su empleo que un empleado formal. La informalidad también está asociada a bajos niveles de productividad y empleos mucho más inestables con bajos salarios.
Aunque en los últimos años se han hecho avances en formalidad, al ritmo actual, la región tardaría unos 180 años en erradicar la informalidad que, sumada a aspectos como la baja productividad, estarían creando un círculo vicioso que atrapa a millones de trabajadores en empleos de mala calidad. En consecuencia, para ampliar la cobertura de pensiones o incluso garantizar pensiones para todos los adultos mayores es imprescindible actuar desde el mercado de trabajo.