En una decisión unánime, el comité de política monetaria del banco, conocido como Copom, decidió reducir su tasa de interés referencial Selic a un 13%, su menor nivel en casi dos años, tras dos recortes consecutivos de 25 puntos cada uno.
A su vez, los precios al consumidor del gigante norteño subieron 6,29% en 2016, desacelerándose del avance de 10,67% del año previo y ubicándose por debajo del tope de 6,5% del rango fijado por el gobierno.
Durante la mayor parte de 2016 se proyectó que el Banco Central no lograría cumplir su meta inflacionaria por segundo año consecutivo. Pero la rápida desaceleración de los precios permitió que desde octubre la entidad empezara a recortar las tasas de interés, que estaba en 14,25%, para intentar evitar un tercer año de recesión de la economía.
Según un sondeo semanal del Banco Central de Brasil a economistas, la inflación terminaría el 2017 en 4,8% pero podría desacelerarse incluso a 4% para agosto, debajo del punto medio de 4,5% de la meta, dijo Leonardo França Costa, economista de MCM en São Paulo.
Parte de la desaceleración de la inflación se debe al desempleo masivo, que ha empujado a una caída de los precios de los servicios