El estudio “Contra viento y marea: Política fiscal en América Latina y el Caribe desde una perspectiva histórica” el Banco Mundial (BM) plantea que esta transformación es significativa para una región que muchas veces se volcó al gasto procíciclo, intensificando el riesgo de sobrecalentamiento de sus economías durante los períodos de bonanza y profundizando las recesiones en los difíciles.
De acuerdo con el Consensus Forecasts se espera que el Producto Bruto Interno (PBI) de la región crezca 1.5% este año y 2.5% en el 2018, poniendo fin a seis años de desaceleración económica, incluyendo una recesión en los últimos dos años.
Regreso al crecimiento. En caso de materializarse, la recuperación esperada de Brasil y Argentina explicará en gran medida el regreso al crecimiento de la región, además se espera que México crezca alrededor de 1.4%, mientras que Centroamérica y el Caribe mantendrán un ritmo constante de crecimiento de alrededor de 3.8%.
Sin embargo, las cuentas fiscales de muchos países se han resentido como producto de los años de desaceleración, pus el año pasado, 29 de los 32 países enfrentaban déficits fiscales, en gran parte debido a un gasto más elevado.
La deuda bruta promedio de la región se encuentra en 50% del PBI. De todas maneras, en un giro significativo respecto al pasado, muchos países ahora se encuentran en una mejor posición para escapar de este difícil predicamento, de acuerdo al informe.
Tradicionalmente procíclicos. “Tradicionalmente, los países de América Latina y el Caribe han sido procíclicos, ya sea debido a presiones políticas para elevar el gasto durante la bonanza o por falta de acceso a capitales internacionales en los momentos difíciles”, dijo el economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Végh.
“Como resultado, muchas veces cayeron en una trampa fiscal procíclica, lo que los llevó a una mayor deuda pública y déficits fiscales, así como a una menor calificación crediticia, dejándoles pocas opciones para revertir la situación”, agregó.
Como respuesta a la crisis financiera global del 2008, el número de países latinoamericanos con políticas fiscales contracíclicas aumentó de 10% a 45% del total.
El FMI destaca que países como Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Perú comenzaron a aumentar el gasto público o bien a bajar los impuestos en un intento por estimular la economía.
Si bien estas medidas resultaron en déficits fiscales, estos fueron consecuencia de un esfuerzo concertado por minimizar la desaceleración.
Por otro lado, aquellos países que continuaron con sus políticas procíclicas ahora deben consolidar aún más sus cuentas fiscales si pretenden minimizar el riesgo de un deterioro en su calificación crediticia y un aumento del gasto de financiación, según el informe.
Confianza en prudencia regional. “Si bien los países aún podrían verse tentados a gastar en lugar de ahorrar durante el próximo ciclo económico positivo, los acontecimientos de la última década en materia fiscal nos infunden confianza de que los países evitarán estos riesgos y actuarán de manera prudente”, sostuvo Végh.
“En medio de un ambiente externo caracterizado por frecuentes shocks y mucha volatilidad, dicha prudencia les permitirá hacer de la política pública un instrumento que los ayude a superar la próxima desaceleración y conservar las conquistas sociales”, añadió.