"El crecimiento observado en el primer trimestre del presente año fue ligeramente superior al que se anticipaba en el informe anterior. Como consecuencia de ello, se prevé una mayor expansión del PIB para 2017", explicó Banxico en su Informe Trimestral Enero-Marzo 2017.
La medida va acorde con la revisión al alza de la Secretaría de Hacienda del pasado 22 de mayo, cuando elevó su pronóstico de crecimiento a un rango de entre 1,5% y 2,5%, debido al buen desempeño de la economía observado durante el primer trimestre del año.
Este miércoles, el gobernador de Banxico, Agustín Carstens, señaló que para 2018 el pronóstico de crecimiento se mantiene en el rango de entre 1,7 y 2,7%.
Carstens advirtió que la economía no está exenta de riesgo ante la incertidumbre de la futura relación entre México y Estados Unidos y una posible volatilidad financiera internacional.
El informe de Banxico detalló que factores como los resultados de la renegociación del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN, integrado por México, EEUU y Canadá) y la relación bilateral entre México y Estados Unidos, podrían afectar o mejorar las perspectivas económicas del país.
Banxico agregó que entre los riesgos estaría un menor influjo de remesas, la postergación de inversiones ante la incertidumbre por el TLCAN, la posibilidad de la implementación de políticas proteccionistas en Estados Unidos y turbulencias en los mercados financieros mundiales.
Sobre la inflación, Carstens mantuvo la previsión anteriormente presentada, donde se espera que en la mayor parte del año estará por encima del 4%, para comenzar a bajar hacia finales de 2017 y converger a su meta de 3% +/- un punto porcentual en 2018.
Las expectativas de inflación de largo plazo, dijo, están ancladas entre 3,3% y 3,5%, a pesar de que el indicador estuvo en un 6,17% en la primera quincena de mayo, el mayor nivel en ocho años.
"Se espera que en los próximos meses la inflación general anual siga siendo afectada de manera temporal por el incremento en las tarifas de autotransporte y de algunos productos agropecuarios, así como por los diversos choques", apuntó.
La Junta de Gobierno del Banco de México realizó el pasado 18 de mayo su tercer ajuste del año a la política monetaria, en la que volvió a aumentar su tasa de referencia en 25 puntos base, para situarla en 6,75%, a fin de frenar la escalada de inflación.
De acuerdo con Carstens, pese a los incrementos, la política monetaria local aún no está en niveles restrictivos.
Según el Informe, se considera necesario reforzar los fundamentos económicos del país, continuar con el oportuno accionar de la política monetaria, cumplir con el proceso de consolidación fiscal y ejecución de reformas.
De igual forma reiteró que es indispensable fortalecer el estado de derecho y garantizar la seguridad jurídica de los agentes económicos para evitar que la inseguridad y la corrupción entorpezcan el crecimiento económico.