Reino Unido necesitaría menos de 10 nuevos reguladores tras su salida de la Unión Europea, dijo el miércoles una fuente del gobierno, en la primera evaluación sobre cómo se abordará uno de los temas más sensibles del Brexit para las empresas.
La incertidumbre sobre el futuro de la regulación sector por sector, gran parte de la cual es gestionada actualmente por Bruselas, preocupa a las empresas que operan en decenas de sectores como el bancario, farmacéutico y aeronáutico.
La Confederación de la Industria Británica (CBI) ha sugerido previamente que 34 reguladores de la UE ya no tendrán jurisdicción en Reino Unido tras el Brexit.
El Gobierno presentó la semana pasada lineamientos de cómo piensa traducir la ley comunitaria a la legislación británica cuando publicó la denominada ley de derogación.
Una fuente gubernamental dijo que se prevé que el número de reguladores requeridos en el marco de esta ley sea bajo, probablemente inferior a diez. Una fuente cercana a la primera ministra británica Theresa May también dijo que la cifra probablemente tendría un sólo dígito.
Algunas empresas ya han planteado la posibilidad de trasladarse para evitar los altos costes asociados a la incertidumbre regulatoria.
May presidirá este jueves la primera reunión del nuevo consejo empresarial para tratar el Brexit y la economía. También analizará temas más amplios como el desarrollo de una estrategia industrial moderna y medidas para impulsar la economía de la nación, dijo un portavoz de la primera ministra.
May ha sido criticada por las grandes empresas por no aliviar las preocupaciones sobre la estrategia del Gobierno para el Brexit. La mayoría de ellas quiere un acuerdo transitorio claro y largo después de que Reino Unido abandone el bloque en 2019 que les ayude a tomar sus decisiones de inversión.