Villacrés dijo que varios elementos le permiten hacer tal aseveración, “aunque todavía no alcanzamos un crecimiento tendencial de la economía, que en el caso ecuatoriano está alrededor del 3%”.
En su opinión, son palpables es el aumento del depósito de los hogares, el aumento de crédito por parte de los bancos privados, el indicador de crecimiento del Banco Central en el primer trimestre de este año y el incremento de la recaudación a junio de 2017; esta última, precisó, “que es un 11% mayor a lo que era en junio del año anterior".
“Según las proyecciones que hacen los mismos entes oficiales, hablan de un 07% de crecimiento, entonces debemos caminar primero a recuperar el crecimiento tendencial y después superar eso, para de esa manera reducir cifra de desempleo y otro tipo de cifras”.
Varela apuntó que “la situación económica del país (…) está en la recta final de la recuperación”, y además de esos componentes mencionados agregó la propia oferta, al señalar que “en los dos últimos trimestres que muestra estadística el BCE, muestra una recuperación de la oferta, del consumo de las familias, del consumo de los hogares, del gobierno central y obviamente esto va reflejando esa salida de la recesión que tuvimos durante unos seis a siete trimestres”.
Señalaron indistintamente que pese a los shocks externos y los internos afrontados, con terremoto de 7.8 grados incluido, el país logró salir adelante gracia a la fuerte inversión pública del Estado, como resultado de un modelo económico aplicado, que de haber sido otro, sí se habría entrado en una crisis como ocurrió hace unos 20 años, y hoy no se estuvieran viendo la recuperación en marcha.
"Para que se dinamice una economía lo que se tiene que buscar es que exista el dinero suficiente: para que las actividades económicas puedan producir y que ese dinero sea de bajo costo, la única forma para acceder las empresas a una dinámica económica es el precio del dinero a bajo costo y ahí viene el rol en la tasa de interés", explicó el economista Marcelo Varela.
Las medidas de Moreno. Respecto al anuncio de la consideración de la situación actual por parte del presidente Lenín Moreno y su anuncio de medidas económicas en septiembre, Villacrés señala que el Jefe de Estado parte de una valoración de los pasivos a nivel del endeudamiento y por eso califica la situación de compleja porque actualmente toca cancelar esos pasivos en algún momento sirvieron para realizar diferentes inversiones desde el sector público.
Dijo que el presidente Moreno no deja reconocer que “económicamente hablando” la relación deuda-PIB (Producto Interno Bruto), la deuda consolidada es del 28%, mientras que la acumulada es de casi el 42%, y lo que hace “es proponer una serie de elementos que podrían ayudar en el marco de una economía progresista heterodoxa, a un mejor desarrollo durante los próximos cuatro años”.
Entre estos, señala reducir el déficit fiscal pero no una manera instantánea, sino de manera gradual, lo cual deja entrever que es imposible que exista un ‘paquetazo’ y plantea como indicadores fortalecer el sector productivo y a la par el empleo, además del esquema de dolarización y todo esto en un marco alianzas público-privadas, y además, fortalecer la construcción, la repatriación de capitales e incluso m menciona la probabilidad de dinamizar un mecanismo sustituto a las tarjetas de débito como lo es el dinero electrónico.
“Ahí sería importante un tema de corresponsabilidades porque si se va a entregar el dinero electrónico a un sector, que es en este caso la banca privada, debería exigirse a la banca privada lo que no hizo en el siglo XIX y el XX, que fue es generar una bancarización del 100% de los ecuatorianos”, acotó.
Por su parte, Varela expuso que es importante que la ciudadanía diferencie entre la data existente, es decir la deuda consolidada o deuda externa (de casi el 28% del PIB, unos US$27.800 millones); la deuda agregada y las obligaciones futuras.
En este caso se venía mostrando la primera y ahora se empezó a mostrar es la deuda agregada (o interna), que asciende a US$12.457 millones hasta diciembre de 2016 (deuda con el Instituto Ecuatoriano del Seguro Social (IESS), con el Banco Central, y adicionalmente se incluyó US$3.322 millones que eran transferencias (no deuda) desde el BC y las empresas públicas y ello genera una deuda agregada que bordea los US$41 mil millones.
Además, se contemplan las obligaciones futuras, “que no necesariamente son deudas”, para lo cual el Jefe de Estado dijo que se necesitarían US$8.000 millones cada año para cubrir todos lo que son amortizaciones e intereses de deuda, es decir operaciones a corto plazo, los pasivos de petroleras y ventas anticipadas de crudo.
A eso se sumaron las obligaciones futuras con el IESS (de 2 mil 528 millones), más dos mil millones adicionales en incentivos a la jubilación. Se incluyó también los contingentes (que tampoco son deuda) de alrededor de 4 mil 367 millones de dólares. “Todo esto habla de unos pasivos que bordean los 55 mil millones de dólares”, apuntó.
Sin embargo, mencionó que “no se habló de activos”, por lo que a su entender el Estado no atraviesa una “mala situación económica”, considerando que la dada esa inversión pública fuerte se han generado importantes activos para el país, que bordean hasta diciembre del año pasado aproximadamente US$92 mil millones.
“Si a esos activos (de US$92 mil millones) les restamos todos estos pasivos, la deuda agregada más las obligaciones a futuro, obviamente hay una diferencia de US$33 mil 333 millones que tiene (el Estado) de patrimonio", indicó, al explicar que la deuda contraída en este período lo que generó son activos, a diferencia de la deuda generada anteriormente.
En su opinión, Villacrés expuso que coincide en que la parte de contingentes no debería ser considerada si quiera como un pasivo porque es una probabilidad de ocurrencia de un fenómeno del cual no se tiene certeza todavía en el tiempo.
Dinamizar la economía. Varela señaló que la participación del Estado va a seguir siendo influyente con políticas económicas que está direccionando el actual gobierno no difieren mucho del anterior, lo que se va es a priorizar. No obstante, llamó la atención que en la política económica se siguen olvidando “del rol de las tasas de interés”.
"Para que se dinamice una economía lo que se tiene que buscar es que exista el dinero suficiente: para que las actividades económicas puedan producir y que ese dinero sea de bajo costo, la única forma para acceder las empresas a una dinámica económica es el precio del dinero a bajo costo y ahí viene el rol en la tasa de interés", explicó.
En este caso, señaló que debe generarse una ampliación de los fondos prestables y para ello es preciso estimular el ahorro, pero en la actualidad la tasa de interés para el ahorro es prácticamente nulo, del 0.20% anual, mientras la media de la tasa de interés activa bordea el 18%, lo cual implica “un alto costo financiero para la actividad económica”.
Villacrés expuso que existen tres elementos que van a marcar la pauta, uno está relacionado con el sector privado, las alianzas público-privado, para generar condiciones habilitantes mucho más fuertes, en cuatro sectores identificados como dinamizadores de la economía por el gobierno, como son la construcción, la manufactura y la repatriación de capitales, y un sector latente que es el de servicios, en particular el turismo.
Afirmó que un segundo eje no menos importante, dada la situación de la deuda que es manejable del 41% , es el manejo adecuado de pasivos e ir manejando una menor presión sobre el presupuesto interanual.
En otra parte de su intervención, señaló que en la proforma para 2017 muestra a todas luces como se ha distribuido el gasto identifica claramente a un “gobierno progresista” que no está sacrificando el gasto social, ya que el monto para la educación, por ejemplo, es de US$5.198 millones; en la salud es de US$2.800 millones; bienestar social más de US$1.000 millones, y en seguridad, riesgo y defensa US$3.453 millones.
Varela acotó que se precisa que los gobiernos autónomos descentralizados sean más autosuficiencia financiera para liberar al gobierno central y puedan destinar más recursos a la inversión pública, y además para enfrentar el déficit fiscal de US$4.200 millones debe repensarse el 2% del IVA (Impuesto al Valor Agregado) y las salvaguardias para las producciones nacionales, con lo cual se estaría recaudando US$2.500 millones.
Villacrés acotó que hay que renegociar la deuda.
“No podemos seguir pagando el 5.9% promedio, hay que reducir eso, hay que ampliar plazos”, añadió, y dijo que hay que ser eficientes en el cobro de impuestos, reducir tasas de intereses en la banca y “bursatilizar” la economía para que los ciudadanos puedan adquirir acciones en empresas públicas y se puedan inyectar liquidez y poder dinamizar el aparato productivo.