Santo Domingo, 22 de febrero. (EFE).- Centroamérica, Panamá y la República Dominicana registraron en 2017 una expansión económica de 3,8 %, pero esta dinámica no se ha traducido en cambios significativos en la reducción de la pobreza o en una mejora de la distribución del ingreso, precisó el BID.
Estas son partes de las conclusiones del reporte macroeconómico regional publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “Crecimiento inclusivo: Retos y oportunidades para Centroamérica y República Dominicana”, divulgado en el país en el marco de la reunión de gobernadores de la región ante el organismo, que se celebró el martes y miércoles en Punta Canta (este dominicano).
En años recientes, la región se benefició de un contexto internacional favorable, “pero lamentablemente, este auge no lo hemos visto alcanzar a los sectores sociales más vulnerables”, dijo Verónica Zavala, gerente general del Departamento de Países de Centroamérica, Haití, México, Panamá y la República Dominicana del BID, en un comunicado emitido por la oficina del organismo en Santo Domingo.
“Es necesario que la región maximice el impacto de los activos con los que ya cuenta, como la creciente fuerza laboral, su sistema financiero o su alta integración comercial y financiera, para acelerar el crecimiento y así propiciar una distribución más equitativa de los beneficios de una expansión económica”, agregó.
En un ambiente de creciente incertidumbre sobre el rumbo de la economía mundial, es recomendable que las autoridades de la región adopten acciones y políticas para potenciar su crecimiento e incrementar la inclusividad del mismo, agregó el análisis.
El reporte analiza una serie de determinantes que afectan la acumulación de capital humano y su influencia sobre el crecimiento económico y subraya características del hogar e individuales de la persona que afectan la probabilidad de acceder a servicios de educación y salud, según el comunicado.
También examina el papel de la integración financiera en el comportamiento crediticio de la región, y concluye con la construcción de escenarios del desempeño económico regional ante choques externos.
La región está expuesta a la velocidad de la “normalización” de la política monetaria de Estados Unidos, a cambios en los precios de los bienes primarios que exporta o de las materias primas que importa”, apuntó.
Todos estos bienes pueden sufrir de algún tipo volatilidad en sus precios, ya sea por mayores cosechas en Brasil o por fenómenos climatológicos, en el caso del café y azúcar; o por conflictos en Medio Oriente, por el lado del petróleo, afirmó.
“Esperamos que este reporte permita realizar un debate sobre las acciones y políticas a seguir por las autoridades de la región para potenciar su crecimiento e incrementar la inclusividad. Nuestro reto principal debe ser de asegurar que los beneficios del crecimiento lleguen a la mayor proporción de la población”, indicó Zavala.