FLUJOS MUNDIALES DE INVERSIÓN, DECLIVE Y AMENAZAS

04 julio 2018 al 05 julio 2018

Fuente: http://www.prensa-latina.cu

Unctad InternshipFoto:Unctad.

 

Flujos mundiales de inversión, declive y amenazas

La Habana, 3 de julio, (PL).- Los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED) aumentarán ligeramente en 2018, aunque continuarán por debajo del promedio de los últimos 10 años, en un escenario que podría empeorar debido a disputas comerciales, según la Unctad.

A juicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), el agravamiento de las tensiones podría repercutir de forma negativa sobre las inversiones en las cadenas mundiales de valor, a partir del incremento de medidas proteccionistas.

También resulta probable que las reformas fiscales en Estados Unidos afecten de manera considerable las pautas de inversión en todo el orbe, señaló el organismo.

De acuerdo con las estadísticas, los flujos globales de IED cayeron el año pasado un 23 por ciento, al pasar de 1,87 billones de dólares en 2016 a 1,43 billones, en contraste con la mejora de otras variables macroeconómicas en el transcurso de 2017.

La presión a la baja sobre la IED y la desaceleración de las cadenas de valor mundiales constituyen 'serios motivos de preocupación' para los responsables de la formulación de políticas, sobre todo en los países en desarrollo, consideró el secretario general de la Unctad, Mukhisa Kituyi.

En opinión del experto, hacen falta mayores inversiones en activos productivos para lograr un desarrollo sostenible en las naciones más pobres.

La contracción de las IED en 2017, distinguió el reporte, estuvo motivada en buena parte por un declive del 22 por ciento en el valor de las fusiones y las adquisiciones transfronterizas.

No obstante, "aun descontando las grandes operaciones puntuales y las reconfiguraciones empresariales que ‘hincharon' la IED en 2016, el descenso observado en 2017 fue significativo", evaluó la entidad.

En su informe 'Inversiones en el Mundo 2018', la Unctad observó que la tendencia negativa obedece en gran medida al deterioro de las tasas de rentabilidad, de un 8,1 por ciento en 2012 a 6,7 puntos porcentuales el año pasado.

Aunque las ventas de filiales extranjeras subieron seis por ciento en 2017, los activos productivos y el número de empleados avanzaron a un ritmo más lento, lo que podría afectar las posibilidades de los países en desarrollo de atraer inversiones en capacidad productiva, sopesó la pesquisa.

Datos de la institución mostraron, además, que el valor agregado extranjero en el comercio exterior (el principal indicador de las cadenas de valor mundiales) descendió un punto porcentual, situándose en el 30 por ciento del comercio en 2017.

Para las economías en desarrollo, la IED continúa siendo su principal fuente de financiamiento externo, al representar un 39 por ciento del total, pero la proporción resulta inferior en los países menos adelantados (sin llegar a una cuarta parte) y con tendencia a la baja desde 2012 hasta la fecha, alertó el reporte.

Según distinguió la fuente, los flujos hacia América Latina y el Caribe subieron ocho puntos porcentuales en 2017, al sumar 151 mil millones de dólares como resultado de la recuperación económica del área, asociada a mejores precios de productos básicos como soja, metales y petróleo.

A escala de la región, significó el primer ascenso en seis años; no obstante, las entradas de IED permanecieron muy por debajo del máximo alcanzado en 2011 durante el boom de los productos básicos.

En condiciones normales, la recuperación gradual de la economía y las inversiones extranjeras directas indicarían perspectivas favorables; sin embargo, el directivo de Unctad James Zhan advirtió sobre la permanencia de 'considerables riesgos' a la baja e incertidumbres en los mercados financieros internacionales en detrimento de las naciones latinoamericanas y caribeñas.

Por los cálculos de la Unctad, las corrientes de inversión hacia esta parte del mundo continuarán estancadas en 2018 en cerca de 140 mil millones de dólares o podrían sufrir un ligero declive.