ANTECEDENTES Y JUSTIFICACIÓN

Las políticas públicas para el apoyo a las PYMES, orientadas a facilitar y promover la consolidación del sector artesanal, deben poner a su disposición instrumentos que dinamicen y contribuyan en el mejoramiento sustantivo de la eficiencia empresarial, sobre la base de una mejor y mayor infraestructura de producción, acceso a información para la toma de decisiones, una mejor gestión del conocimiento y acceso a la tecnología, la innovación, al crédito y a los mercados.

Existe la necesidad de incorporar políticas y programas enfocados al fortalecimiento de la productividad y al aumento de la calidad del sector artesanal, con el objeto de que se constituya en un grupo productivo de alto potencial económico y de creación de puestos de trabajo.

Según el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (FONART), se define Artesanía como: "Un objeto o producto de identidad cultural comunitaria, hecho por procesos manuales continuos auxiliados por implementos rudimentarios y algunos de función mecánica que aligeran ciertas tareas. La materia prima básica transformada generalmente es obtenida en la región donde habita el artesano. El dominio de las técnicas tradicionales de patrimonio comunitario permite al artesano crear diferentes objetos de variada calidad y maestría, imprimiéndoles, además, valores simbólicos e ideológicos de la cultura local. La artesanía se crea como producto duradero o efímero, y su función original está determinada en el nivel social y cultural, en este sentido puede destinarse para el uso doméstico, ceremonial, ornato, vestuario, o bien como implemento de trabajo...". La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, 2001), reconoce que el sector artesanal desempeña un papel determinante en el desarrollo económico local y en la lucha contra la pobreza.

Por su parte, el SELA promueve la asociatividad y la innovación de las PYMES. En el área artesanal, la experiencia acumulada por el SELA en esta temática es reconocida, ya que se han realizado cursos y talleres dirigidos a las organizaciones de artesanos apoyados por expertos de diversas instituciones públicas y privadas de varios países de la región. Por ejemplo, durante el año 2013, se realizaron dos eventos en Santo Domingo, República Dominicana, los días 8 y 9 de julio y luego en Barranquilla, Colombia, los días 30 y 31 de julio, los cuales consideraron la conceptualización, tipologías y formación de consorcios de exportación, así como políticas públicas referente a las PYMES de Artesanías, entre otros.

El evento de República Dominicana estuvo dirigido fundamentalmente a países del Caribe y tuvo como objetivo fomentar estrategias de desarrollo productivo, de conformación de consorcios de exportación, así como estimular el intercambio de bienes y servicios entre los países caribeños y latinoamericanos, con el fin de fortalecer la integración productiva de la región. En el evento de Barranquilla, se dieron a conocer algunas formas asociativas como mecanismos para la reducción de costos de producción y el uso común de una marca colectiva, cuyo objetivo es unificar las características del producto, mejorando su calidad y diferenciar un producto en los mercados. Asimismo, surgieron varias actividades de intercambio de buenas prácticas en estos temas.

En el año 2014, se llevó a cabo la segunda etapa de las actividades realizadas en Santo Domingo, con un Encuentro sobre Consorcios de Exportación para el Caribe, en Piura, Perú, en el mes de mayo de este año, cuyo principal resultado fue un intercambio de conocimientos, técnicas y procesos de artesanos del Perú a representantes de artesanos caribeños.