Ecuador participa en la Tercera Ronda de Negociaciones para lograr un Acuerdo Estratégico de Cooperación Económica con el país asiático. Su propósito es expandir las ventas externas.
El pasado lunes 22 de agosto, en Quito, Ecuador y Corea del Sur comenzaron la Tercera Ronda de Negociaciones dirigidas a viabilizar el establecimiento de un Acuerdo Estratégico de Cooperación Económica (SECA, por sus siglas en inglés).
En agosto de 2015, cuando inició el proceso de discusión en Seúl, el entonces ministro de Comercio Exterior, Diego Aulestia, indicó que el país no buscaba un Tratado de Libre Comercio sino un acuerdo que incluya cláusulas para proteger la economía ecuatoriana mediante la incorporación del principio de ‘trato especial y diferenciado’.
En función de lo anterior, durante la segunda ronda de negociación efectuada en marzo, los equipos técnicos de ambos países discutieron materias comerciales tales como acceso a mercado, medidas sanitarias y fitosanitarias, normas técnicas, reglas de origen, servicios y solución de controversias.
El SECA tendría como propósito ampliar las posibilidades de venta externa de los productos nacionales y, de esa manera, mejorar el saldo de la balanza comercial bilateral.
Corea del Sur, la sexta economía más compleja del mundo
Hasta fines de 2015, Corea del Sur tenía unos 50 millones de habitantes, un producto interno bruto (PIB) de $ 36.500 por persona y un nivel de desarrollo humano considerado como “muy alto”.
Además, según datos del Banco Mundial, la economía de este país se caracteriza por tener uno de los mayores grados de apertura comercial. En 2014, al medirlas con respecto al total de su PIB, sus exportaciones representaron el 50,6% y sus importaciones el 45,3%.
En ese año, vendió al extranjero $ 538.000 millones, especialmente en bienes relacionados con circuitos integrados, petróleo refinado, barcos para carga y para pasajeros, vehículos y televisores. Los principales demandantes de sus exportaciones fueron China, Estados Unidos, Japón, Hong Kong y Singapur.
“Corea del Sur exporta 243 productos con ventaja comparativa revelada, es decir, bienes cuya participación en las exportaciones mundiales es mayor que la proporción que se podría esperar cuando se juzga a partir del tamaño de su sector exportador”, destaca el Observatorio de la Complejidad Económica (OCE), una iniciativa de investigación del comercio internacional cuyos indicadores colocan al país del este asiático como la sexta economía más sofisticada en 2014.
Por otra parte, la actual estructura de sus adquisiciones refleja la transformación productiva acaecida durante las últimas cinco décadas. A diferencia de lo que sucedía en 1960 -cuando el sector agrícola contribuía con el 45% de la producción- el actual PIB surcoreano está compuesto en un 60% por servicios, en 38% por bienes industriales y en 2% por productos agrícolas.
En 2014 debido a los requerimientos energéticos de su estructura productiva contemporánea, Corea del Sur importó petróleo crudo y refinado, gas y carbón. En su mayor parte, esas compras las hicieron a China, Japón, Estados Unidos, Arabia Saudita y Qatar.
Si bien esos rubros de importación fueron significativos en valor, una buena proporción de los ingresos surcoreanos está destinada a la compra de alimentos procesados y no procesados, circunstancia esta que abre oportunidades de negocio para otros países (ver infografía).
En correspondencia con el modelo de “crecimiento basado en las exportaciones” -establecido con el ascenso al poder de Park Chung Hee en 1961-, la política pública surcoreana utiliza a los acuerdos comerciales como uno de sus principales instrumentos de desarrollo.
Hasta el momento, según la información de su Ministerio de Asuntos Internacionales, Corea del Sur tiene acuerdos vigentes con países como Chile, Perú, India, Singapur, Estados Unidos y, también, con esquemas de integración como la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).
A su vez, Corea del Sur está negociando acuerdos con Canadá, México, los Estados Árabes, Australia, Nueva Zelanda, China, Vietnam, Indonesia y Japón. Ecuador apuesta a exportar productos ‘estrella’.
Como tendencia histórica, la balanza comercial ecuatoriana con la potencia asiática ha sido deficitaria. Entre 2011 y 2015, por ejemplo, el déficit comercial alcanzó un promedio de $ 756 millones, con un máximo de $ 899 millones en 2013 y un mínimo de $ 569 millones en 2015. En este último año, sin embargo, gracias a las ventas de petróleo al país asiático, las importaciones ecuatorianas fueron solo 4 veces mayores que las exportaciones nacionales, esta circunstancia disminuyó el déficit.
En el primer semestre de 2016, los productos traídos por Ecuador desde Corea del Sur fueron: vehículos pequeños, televisores de pantalla LCD, vehículos diésel para transporte de mercadería y ácidos ortoftalatos de dioctilo.
Según estudios de inteligencia comercial sobre la evolución de ese mercado a largo plazo, hechos por ProEcuador y actualizados a agosto de 2016, los productos nacionales con mejores oportunidades de crecimiento y rentabilidad son: camarón, langostino, pescado congelado, sombreros, preparados, esencias o concentrados de café, preparaciones alimenticias que contengan cacao, café tostado sin descafeinar, abonos y materias colorantes de origen animal o vegetal, aparatos para filtrar aceite de motores, aceites y grasas vegetales, máquinas y aparatos eléctricos con función propia y ácidos nucleicos y sus sales.