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Cuatro pymes que lograron cruzar las fronteras

Cuatro pymes que lograron cruzar las fronteras

 

 

De los sectores más "mimados" hasta los nichos más específicos. El abanico de pymes exportadoras es diverso aunque no muy grande; además, en la Secretaría de Emprendedores y Pymes sostienen que son pocas las empresas que venden al exterior por montos que resulten considerables. A continuación, casos que se destacan en las industrias farmacéutica, de equipamiento médico, de alimentos congelados y de software.

Congelados del Sur es una pyme que produce alimentos y que exporta desde 2010 a cuatro países de América latina: Brasil, Paraguay, Chile y Uruguay. Su fundador, Adolfo Rouillón, afirma que, si bien la oportunidad de la Argentina en alimentos es "enorme", las proteínas animales en particular tienen desafíos relacionados "con la imposibilidad de pensar a largo plazo" y con un prejuicio: "Creen que el argentino sólo exporta cuando hay caída del consumo interno, y en algunos casos sucede; hace falta un empresariado que madure y entienda que la visión internacional es una inversión a largo plazo".

Por otro lado, hace hincapié en la importancia de tener oficinas de representación comercial en embajadas y consulados, y destaca el caso de Chile, que así posicionó sus vinos. Un reclamo similar hace Ezequiel Apfel, cofundador de Redbee, la desarrolladora de software que exporta a Estados Unidos y Chile, lo que significa un 30% de su facturación.

Redbee comenzó a exportar hace cuatro años y planea duplicar las ventas a Chile y expandirse por otros países latinoamericanos. La compañía es parte de un sector "mimado", el de los servicios basados en el conocimiento, donde la Argentina tiene ventajas competitivas por su buen pool de talento y la falta de desafíos en materia de logística. En el caso de su industria la clave, asegura Apfel, es poder producir "un producto de punta a punta" para que más empresas opten por tercerizar el desarrollo de software.

El agregado de valor se cruza con la búsqueda de un nicho en el caso de BioBarica, la compañía que Ivo Teler fundó junto a su padre, Claudio, y que después de ocho años de actividad hoy exporta a casi 30 países y prepara su entrada a Estados Unidos y Rusia. La compañía es fabricante de cámaras hiperbáricas, cabinas presurizadas que permiten que el oxígeno se diluya más fácilmente en la sangre.

"Nunca vamos a poder competir en precio ni en volumen contra China. Si no nos especializamos, no podremos ser competitivos", dice Ivo Teler. A partir de la llegada al primer mercado extranjero, cuenta, la estrategia se centró en las ferias internacionales. Para eso, admite que el apoyo del Gobierno es clave para "un soporte integral para comprender mejor las leyes y los códigos, desde lo legal hasta lo cultural".

Savant es un laboratorio farmacéutico en el que la exportación llega al 16% de la facturación y está especialmente focalizada en los países latinoamericanos, excepto Brasil y Colombia. Federico Svriz, director de Desarrollo Regional, asegura que la compañía se centra en dos modelos: la búsqueda de representantes que comercialicen las marcas de Savant o la producción para laboratorios del exterior.

Hace 13 años que la empresa exporta y ya está preparada para dar el próximo paso: "Nos interesa tener nuestras propias filiales fuera de la Argentina. Ya lanzamos en Paraguay y estamos a meses de poner en marcha Bolivia. También comenzaremos a producir medicamentos oncológicos, que tienen un mercado en el exterior muy potente y que creemos que nos va a ayudar a llegar a Europa y Estados Unidos". ¿Un obstáculo? Como todas las pymes exportadoras, el acceso al financiamiento. "La reforma del mercado de capitales va a ayudar mucho para que podamos acceder a tecnología", finaliza.