Naciones Unidas, 22 de mayo de 2014 (PL).- La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) convocó en Naciones Unidas a los países ricos a garantizar un efectivo apoyo financiero y técnico al desarrollo global sin exclusiones.

Mucho más puede lograrse si los estados en vías de desarrollo contasen con ese respaldo, advirtió Costa Rica a nombre del bloque integracionista de 33 países, en la primera de las dos jornadas de un foro de alto nivel de la Asamblea General sobre la cooperación Sur-Sur, Norte-Sur y Triangular y su aporte a la agenda pos-2015.

La nación centroamericana, que ocupa la presidencia pro témpore de la Comunidad fundada en 2011, abogó además por el apoyo de la ONU, y en particular su fomento a la colaboración entre los países pobres.

Al respecto, la CELAC destacó que la cooperación Sur-Sur constituye una manifestación concreta de la solidaridad entre los pueblos y gobiernos, destinada a mejorar el bienestar social y el avance en diversos indicadores socio-económicos, bajo el respeto a la soberanía y la independencia.

También puede permitir a esos estados desempeñar un papel más activo en la política internacional y los procesos de toma de decisiones, precisó el bloque en el evento que busca generar iniciativas para el establecimiento de la agenda post-2015 de desarrollo sostenible, la cual sustituirá a los Objetivos del Milenio.

Sin embargo, advirtió que el creciente papel de las naciones en desarrollo en el intercambio de experiencias y buenas prácticas, no debe utilizarse como una excusa del llamado primer mundo para dejar de honrar sus compromisos o disminuir los esfuerzos para hacerlos realidad.

CELAC opina que los objetivos de desarrollo acordados internacionalmente, actuales y futuros, deben estar vinculados a una genuina alianza global para el progreso, fortalecida con medios de implementación efectivos, señaló Costa Rica, que recibió de Cuba las riendas del bloque durante su II Cumbre, celebrada en enero pasado en La Habana.

Por otra parte, la organización latinoamericana y caribeña defendió que los esquemas de cooperación tengan en cuenta las prioridades, circunstancias, capacidades y niveles de desarrollo de los países.

El foro de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, el quinto de los seis previstos para aportar a la agenda post-2015, también debate el rol de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el nuevo marco de progreso socio-económico en armonía con la naturaleza.

Sobre el asunto, la CELAC insistió en la necesidad de un acceso universal a esas herramientas, en aras de reducir en el planeta la brecha digital.

Las TIC son un importante motor de crecimiento económico, que ayudan a mejorar la productividad, reducir los costos de transacción y aumentar la creación de empleo, por lo tanto, es clave asegurar su disponibilidad, accesibilidad y calidad, precisó.

A propósito del tema, Costa Rica a nombre de la Comunidad recordó la urgencia de cumplir con el mandato de la Conferencia Río + 20 y de la Asamblea General de Naciones Unidas, en cuanto a la facilitación de la transferencia y la difusión de tecnologías limpias a escala mundial.

Naciones Unidas, 22 de mayo de 2014 (PL).- La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) convocó en Naciones Unidas a los países ricos a garantizar un efectivo apoyo financiero y técnico al desarrollo global sin exclusiones.

Mucho más puede lograrse si los estados en vías de desarrollo contasen con ese respaldo, advirtió Costa Rica a nombre del bloque integracionista de 33 países, en la primera de las dos jornadas de un foro de alto nivel de la Asamblea General sobre la cooperación Sur-Sur, Norte-Sur y Triangular y su aporte a la agenda pos-2015.

La nación centroamericana, que ocupa la presidencia pro témpore de la Comunidad fundada en 2011, abogó además por el apoyo de la ONU, y en particular su fomento a la colaboración entre los países pobres.

Al respecto, la CELAC destacó que la cooperación Sur-Sur constituye una manifestación concreta de la solidaridad entre los pueblos y gobiernos, destinada a mejorar el bienestar social y el avance en diversos indicadores socio-económicos, bajo el respeto a la soberanía y la independencia.

También puede permitir a esos estados desempeñar un papel más activo en la política internacional y los procesos de toma de decisiones, precisó el bloque en el evento que busca generar iniciativas para el establecimiento de la agenda post-2015 de desarrollo sostenible, la cual sustituirá a los Objetivos del Milenio.

Sin embargo, advirtió que el creciente papel de las naciones en desarrollo en el intercambio de experiencias y buenas prácticas, no debe utilizarse como una excusa del llamado primer mundo para dejar de honrar sus compromisos o disminuir los esfuerzos para hacerlos realidad.

CELAC opina que los objetivos de desarrollo acordados internacionalmente, actuales y futuros, deben estar vinculados a una genuina alianza global para el progreso, fortalecida con medios de implementación efectivos, señaló Costa Rica, que recibió de Cuba las riendas del bloque durante su II Cumbre, celebrada en enero pasado en La Habana.

Por otra parte, la organización latinoamericana y caribeña defendió que los esquemas de cooperación tengan en cuenta las prioridades, circunstancias, capacidades y niveles de desarrollo de los países.

El foro de alto nivel de la Asamblea General de la ONU, el quinto de los seis previstos para aportar a la agenda post-2015, también debate el rol de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el nuevo marco de progreso socio-económico en armonía con la naturaleza.

Sobre el asunto, la CELAC insistió en la necesidad de un acceso universal a esas herramientas, en aras de reducir en el planeta la brecha digital.

Las TIC son un importante motor de crecimiento económico, que ayudan a mejorar la productividad, reducir los costos de transacción y aumentar la creación de empleo, por lo tanto, es clave asegurar su disponibilidad, accesibilidad y calidad, precisó.

A propósito del tema, Costa Rica a nombre de la Comunidad recordó la urgencia de cumplir con el mandato de la Conferencia Río + 20 y de la Asamblea General de Naciones Unidas, en cuanto a la facilitación de la transferencia y la difusión de tecnologías limpias a escala mundial.