En su rueda de prensa anual, Lavrov destacó como un logro la creación de un mecanismo de diálogo y asociación entre Rusia y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Recordó además que hace un año y medio el Cuarteto de la CELAC —órgano de dirección institucional, técnico y administrativo de la organización— estuvo de visita en la ciudad rusa de Sochi.
Además, Rusia viene incrementando su presencia como socio en otras organizaciones regionales como el ALBA, el Mercosur, la Comunidad Andina (CAN) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA). En esta última organización Rusia ha solicitado entrar como país observador.
"Nuestro comercio bilateral con América Latina, si no me equivoco, ya superó los 10.000 millones de dólares. Se trata principalmente de productos de alta tecnología: acuerdos técnicos militares, acuerdos sobre el espacio, incluido el apoyo terrestre para nuestro sistema Glonass [el GPS ruso], energía nuclear y mucho más. Parto de la base de que ya hemos hecho mucho, aunque, por supuesto, no hay límites y tenemos planes a largo plazo para cada una de estas áreas", enfatizó el ministro.
Lavrov destacó en especial que Rusia y la inmensa mayoría de los países de América Latina coinciden en el ámbito internacional y en la gestión de la Naciones Unidas.
"Juntos pedimos respeto por la Carta de la ONU, por la solución de los conflictos solo por medios pacíficos, y en especial apoyamos el principio que se ha convertido en regla en América Latina: es inaceptable el apoyo de golpes anticonstitucionales", subrayó.
Este es un elemento clave de la política multifacética de América Latina, apuntó el ministro. Al respecto, Lavrov recordó que Moscú apoyó la resolución adoptada por la Asamblea General de la ONU propuesta por países de la región y que condenaba este tipo de actividades anticonstitucionales.