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PRENSA

Colombia evalúa capacidad para asumir tratados comerciales

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 Foto:Semana.

 

 

 

 

Colombia evalúa capacidad para asumir tratados comerciales

 

Colombia, 1 de abril,(Semana).-Hay alerta en el sector privado por la reactivación de las negociaciones con Turquía, con Japón y con asociados a la Alianza del Pacífico. ¿Hora de poner el freno

La euforia por negociar y firmar nuevos tratados de libre comercio (TLC) parece cosa del pasado. La creciente amenaza de una guerra comercial lanzada por Estados Unidos para frenar su abultado déficit –a diciembre del año pasado superó los 566.00 millones de dólares– se ha convertido en el mayor desafío para el libre comercio. De paso, amenaza con darles un entierro de segunda a muchas negociaciones bilaterales y multilaterales.

En medio de este escenario marcado por el aumento del proteccionismo, algunos gremios y empresarios colombianos se sorprendieron en las últimas semanas por tres anuncios del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo: la posibilidad de reanudar las negociaciones con Turquía, avanzar en el acuerdo con Japón y facilitar el ingreso de nuevos socios a la Alianza del Pacífico.

Esas tres ventanas encendieron alertas. Si bien con los tratados comerciales vigentes los empresarios se benefician de un tratamiento arancelario preferencial con 50 países y tienen acceso a 1.000 millones de consumidores, el aprovechamiento ha sido muy tímido. A esto se suma que la competencia internacional, tanto legal como ilegal, ha puesto contra las cuerdas a muchos productores.

En medio de este escenario, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), Bruce Mac Master, cuestionó que en un momento tan crítico “a Colombia le haya dado por activar la negociación de nuevos TLC”. ¿Cuáles son los nuevos escenarios?

El sector privado ve varias señales de alarma. Por un lado, a mediados de marzo los convocaron a una reunión informativa para explorar las posibilidades de retomar la negociación con Turquía –suspendida desde mediados de 2012– para los dos primeros días hábiles de la Semana Santa. Muchos protestaron ante la idea de retomar el proceso pues ese es hoy uno de los países más investigados por posibles infracciones comerciales. Solo con Estados Unidos enfrenta 17 controversias ante la Organización Mundial del Comercio.

En una carta enviada hace una semana a la ministra de Comercio, María Lorena Gutiérrez, el presidente de la Andi insistió en que esta negociación es ‘inconveniente’ para el sector industrial. Y aunque las propuestas implican una mejora frente a la que había cuando se suspendió la negociación, ni el sector privado ni el gobierno la consideran suficientemente atractiva para avanzar.

Este proceso se sumó a la entrega de ofertas en el marco de la incorporación de nuevos Estados asociados a la Alianza del Pacífico integrada por Colombia, Chile, México y Perú. En este caso, la posición de Canadá ha inquietado al sector privado por la exigencia de elevar, aún más, los estándares sociales y laborales. Finalmente, en la mesa que se adelanta con Japón las ofertas para el agro colombiano han resultado insuficientes y algunos empresarios temen que al acelerar el proceso, el país termine por acceder sin mayores ventajas a cambio.

Pese a las críticas del sector privado, el gobierno ha dicho que su trabajo es seguir buscando mejores condiciones para los empresarios colombianos y no quedarse de brazos cruzados hasta el 7 de agosto, especialmente en el actual escenario de proteccionismo. Esto podría significar que el rosario de críticas al tema comercial se mantendrá hasta el último día.


Colombia evalúa capacidad para asumir tratados comerciales

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Colombia evalúa capacidad para asumir tratados comerciales

 

Colombia, 1 de abril,(Semana).-Hay alerta en el sector privado por la reactivación de las negociaciones con Turquía, con Japón y con asociados a la Alianza del Pacífico. ¿Hora de poner el freno

La euforia por negociar y firmar nuevos tratados de libre comercio (TLC) parece cosa del pasado. La creciente amenaza de una guerra comercial lanzada por Estados Unidos para frenar su abultado déficit –a diciembre del año pasado superó los 566.00 millones de dólares– se ha convertido en el mayor desafío para el libre comercio. De paso, amenaza con darles un entierro de segunda a muchas negociaciones bilaterales y multilaterales.

En medio de este escenario marcado por el aumento del proteccionismo, algunos gremios y empresarios colombianos se sorprendieron en las últimas semanas por tres anuncios del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo: la posibilidad de reanudar las negociaciones con Turquía, avanzar en el acuerdo con Japón y facilitar el ingreso de nuevos socios a la Alianza del Pacífico.

Esas tres ventanas encendieron alertas. Si bien con los tratados comerciales vigentes los empresarios se benefician de un tratamiento arancelario preferencial con 50 países y tienen acceso a 1.000 millones de consumidores, el aprovechamiento ha sido muy tímido. A esto se suma que la competencia internacional, tanto legal como ilegal, ha puesto contra las cuerdas a muchos productores.

En medio de este escenario, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi), Bruce Mac Master, cuestionó que en un momento tan crítico “a Colombia le haya dado por activar la negociación de nuevos TLC”. ¿Cuáles son los nuevos escenarios?

El sector privado ve varias señales de alarma. Por un lado, a mediados de marzo los convocaron a una reunión informativa para explorar las posibilidades de retomar la negociación con Turquía –suspendida desde mediados de 2012– para los dos primeros días hábiles de la Semana Santa. Muchos protestaron ante la idea de retomar el proceso pues ese es hoy uno de los países más investigados por posibles infracciones comerciales. Solo con Estados Unidos enfrenta 17 controversias ante la Organización Mundial del Comercio.

En una carta enviada hace una semana a la ministra de Comercio, María Lorena Gutiérrez, el presidente de la Andi insistió en que esta negociación es ‘inconveniente’ para el sector industrial. Y aunque las propuestas implican una mejora frente a la que había cuando se suspendió la negociación, ni el sector privado ni el gobierno la consideran suficientemente atractiva para avanzar.

Este proceso se sumó a la entrega de ofertas en el marco de la incorporación de nuevos Estados asociados a la Alianza del Pacífico integrada por Colombia, Chile, México y Perú. En este caso, la posición de Canadá ha inquietado al sector privado por la exigencia de elevar, aún más, los estándares sociales y laborales. Finalmente, en la mesa que se adelanta con Japón las ofertas para el agro colombiano han resultado insuficientes y algunos empresarios temen que al acelerar el proceso, el país termine por acceder sin mayores ventajas a cambio.

Pese a las críticas del sector privado, el gobierno ha dicho que su trabajo es seguir buscando mejores condiciones para los empresarios colombianos y no quedarse de brazos cruzados hasta el 7 de agosto, especialmente en el actual escenario de proteccionismo. Esto podría significar que el rosario de críticas al tema comercial se mantendrá hasta el último día.