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PRENSA

2015, un año trascendental en las relaciones UE-CELAC

Bruselas, 28 de enero de 2015.- Los pueblos de América Latina, el Caribe y Europa tienen una larga historia de aspiraciones comunes. La Cumbre de San José será una oportunidad para mí de escuchar de primera mano las esperanzas y ambiciones que esta gran región tiene para sí.

En San José también tendré la oportunidad de reiterar a América Latina y Caribe el renovado impulso que la Unión Europea quiere dar a nuestras relaciones.

Una nueva mirada política abierta, consciente de que el fortalecimiento de nuestra relación es una prioridad estratégica. Europa está siguiendo de cerca el debate sobre una integración más profunda que está pasando en América Latina y el Caribe. Y es por eso por lo que realmente necesitamos profundizar nuestra integración. El cambio histórico en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba es sin duda una buena noticia.

Por eso tengo tantas expectativas sobre el resultado de la próxima Cumbre UE-CELAC en Bruselas. Estaré en San José para trabajar con sus líderes, para ver de qué manera podemos sacar el mayor provecho para todos nosotros.

La Unión Europea y la CELAC representan 61 Estados, casi un tercio de los miembros de las Naciones Unidas. Pero somos mucho más que la suma de nuestras partes. La asociación entre nuestras dos regiones es muy necesaria en un mundo cada vez más complejo, en el que los principios fundamentales del orden internacional están en juego. Juntos podemos influir en las decisiones sobre cuestiones importantes que nos afectan a todos.

Se pueden unir sus fuerzas en la lucha contra la pobreza. Durante la última década se ha logrado mucho en América Latina y el Caribe: la pobreza se ha reducido en casi la mitad. Esto se debió principalmente al crecimiento económico y a programas sociales focalizados.

La mayor parte de nuestra cooperación financiera en todo el mundo se centra en la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible. La Unión Europea sigue siendo el mayor donante multilateral en toda la región, con más de 5 millardos de euros para ayudar a los más vulnerables del continente.

La Unión Europea y los países de la CELAC tienen la oportunidad y la responsabilidad de hacer más de manera conjunta en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas, a la hora de combatir el terrorismo y restaurar la paz en situaciones postconflicto en las Américas y más allá.

La seguridad es un desafío común que requiere ser abordado de manera compartida no solo a través de la acción de las fuerzas de seguridad sino también con medidas sociales y de desarrollo, a través de la creación de empleo, el crecimiento y la defensa de la dignidad humana.

La Unión Europea es el segundo socio comercial y el primer inversor extranjero de la región CELAC, con un impresionante stock de inversiones de 464 millardos de euros, lo que supone una cifra superior a la suma de las inversiones de la Unión Europea en China, India y Rusia combinadas.

Las inversiones de América Latina y el Caribe en países de la Unión Europea crecen cada año y Brasil es ahora el segundo inversor en países de la Unión Europea, después de Estados Unidos, lo que contribuye a la creación de nuestros propios empleos y crecimiento.


2015, un año trascendental en las relaciones UE-CELAC

Bruselas, 28 de enero de 2015.- Los pueblos de América Latina, el Caribe y Europa tienen una larga historia de aspiraciones comunes. La Cumbre de San José será una oportunidad para mí de escuchar de primera mano las esperanzas y ambiciones que esta gran región tiene para sí.

En San José también tendré la oportunidad de reiterar a América Latina y Caribe el renovado impulso que la Unión Europea quiere dar a nuestras relaciones.

Una nueva mirada política abierta, consciente de que el fortalecimiento de nuestra relación es una prioridad estratégica. Europa está siguiendo de cerca el debate sobre una integración más profunda que está pasando en América Latina y el Caribe. Y es por eso por lo que realmente necesitamos profundizar nuestra integración. El cambio histórico en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba es sin duda una buena noticia.

Por eso tengo tantas expectativas sobre el resultado de la próxima Cumbre UE-CELAC en Bruselas. Estaré en San José para trabajar con sus líderes, para ver de qué manera podemos sacar el mayor provecho para todos nosotros.

La Unión Europea y la CELAC representan 61 Estados, casi un tercio de los miembros de las Naciones Unidas. Pero somos mucho más que la suma de nuestras partes. La asociación entre nuestras dos regiones es muy necesaria en un mundo cada vez más complejo, en el que los principios fundamentales del orden internacional están en juego. Juntos podemos influir en las decisiones sobre cuestiones importantes que nos afectan a todos.

Se pueden unir sus fuerzas en la lucha contra la pobreza. Durante la última década se ha logrado mucho en América Latina y el Caribe: la pobreza se ha reducido en casi la mitad. Esto se debió principalmente al crecimiento económico y a programas sociales focalizados.

La mayor parte de nuestra cooperación financiera en todo el mundo se centra en la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo sostenible. La Unión Europea sigue siendo el mayor donante multilateral en toda la región, con más de 5 millardos de euros para ayudar a los más vulnerables del continente.

La Unión Europea y los países de la CELAC tienen la oportunidad y la responsabilidad de hacer más de manera conjunta en la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas, a la hora de combatir el terrorismo y restaurar la paz en situaciones postconflicto en las Américas y más allá.

La seguridad es un desafío común que requiere ser abordado de manera compartida no solo a través de la acción de las fuerzas de seguridad sino también con medidas sociales y de desarrollo, a través de la creación de empleo, el crecimiento y la defensa de la dignidad humana.

La Unión Europea es el segundo socio comercial y el primer inversor extranjero de la región CELAC, con un impresionante stock de inversiones de 464 millardos de euros, lo que supone una cifra superior a la suma de las inversiones de la Unión Europea en China, India y Rusia combinadas.

Las inversiones de América Latina y el Caribe en países de la Unión Europea crecen cada año y Brasil es ahora el segundo inversor en países de la Unión Europea, después de Estados Unidos, lo que contribuye a la creación de nuestros propios empleos y crecimiento.